Con una formación integrada en su mayoría por suplentes y juveniles, Boca Juniors venció este martes por 2-0 a Racing Club y se adjudicó el Pentagonal de los Grandes, el torneo de verano que este año se jugó en estadios de Mar del Plata, Mendoza y Salta.
Los goles los convirtieron Facundo Roncaglia, a los 44 minutos del primer tiempo, y Ricardo Noir, a los 9 del complemento.
En tanto, el conjunto de Avellaneda jugó todo el segundo tiempo con uno menos por expulsión del defensor Franco Peppino en el cierre de la primera etapa del cotejo jugado en el estadio José María Minella de la ciudad balnearia.
El primer tiempo tuvo al equipo de Avellaneda con más tiempo en poder del balón producto de una buena presión en la zona media de la dupla Falcón-Wagner, aunque arriba el incansable andar de Lugüercio no fue suficiente para inquietar a Josué Ayala.
Después del primer cuarto, en Boca fueron apareciendo Chávez y el colombiano Vargas para equiparar fuerzas y el partido entró en un pozo donde abundaron los roces, aunque Racing siempre dejó la impresión de ser un poquito más.
Así, Cuando parecía el empate cantado para el descanso, a los 44, Noir disputó una pelota con Mercado por el sector derecho del ataque y el defensor le cometió una evidente falta. El tiro libre -un córner corto- fue muy bien ejecutado por Gaitán con una hermosa comba que superó la tardía reacción del arquero, la pelota dio en el travesaño y el rebote le cayó justa para la rodilla de Roncaglia, quien la empujó al gol.
El gol de Boca llegó en el momento más inesperado para Racing, que seguidamente vió cómo el defensor Peppino le cometió una violenta infracción a Krupoviesa en un costado de la cancha. El árbitro Juan Pablo Pompei lo expulsó.
En el reinicio Racing intentó apretar a Boca contra su propio arco, tuvo un par de llegadas propicias, como el cabezazo defectuoso de Lugüercio, a los 8 minutos, haciendo que la pelota se fuera por arriba del travesaño.
Un minuto después vino la respuesta de Boca con una contra perfecta encabezada por Gaitán, el posterior pelotazo para la diagonal de Noir, quien consiguió eludir la desesperada defensa de Campagnuolo y desde una difícil ubicación la clavó junto al segundo palo, con lo que coronó una hermosa definición para el 2-0.
Con el resultado ya puesto, Boca se dedicó a dejar pasar los minutos ante un rival resignado, sin reservas anímicas y mucho menos futbolísticas.